Si haber recorrido tres estados del mundo maya, en total 898 kilómetros fue todo un reto, ahora nos enfrentamos quizá a lo más difícil que es poder hacer una selección de las mejores imágenes logradas a lo largo del recorrido para los lectores de la revista impresa. En este espacio no nos dedicaremos, de momento, a mostrar tales imágenes, pero si a mostrar una especie de "detrás de cámaras", y algunas experiencias que por razones de espacio no pueden ir impresas. Pues no se diga más y comencemos con la selección día por día.
DÍA 1. La llegada a Villahermosa: No hay fecha que no llegue, ni plazo que no se cumpla.

Después de un viaje de avión, llegamos a la Secretaría de Turismo de Tabasco. Ahí un gran equipo os esperaba en una sala para dar una rueda de prensa; sabíamos que sucedería más no imaginamos la dimensión. Todo salió excelentemente bien, Paloma Rives, Secretaria de Turismo del estado nos apoyó totalmente. La expedición comenzó en tierra, pero por la puerta grande. En la foto, Manuel Cerón, Alfredo Martínez y Paloma Rives).

Después de la conferencia nos dirigimos al poblado de Santa Cruz Nacajuca, lugar donde visitaríamos un taller artesanal de fibras acuáticas y petate; ahí se tejería la vela para el cayuco. Se dice fácil, los artesanos esperaban nuestras indicaciones para comenzar, la cuestión era definir el tamaño y forma exacta de la vela, implicaba afirmaciones históricas que no podríamos hacer en ese momento, por ejemplo, ¿sería una vela cuadrada o triangular?, las velas cuadradas tipo "Vikingo", no existían como tal en el continente... en fin, estuvimos más de hora y media discutiendo la forma hasta que finalmente pudimos bocetar un diseño y medidas para que los artesanos pudieran comenzar.

Sebastián de la Cruz era el nombre del artesano, él y sus 9 hijos ayudarían a la confección de la vela. Ver el taller y a la familia fue para el equipo de fotografía tal cual un banderazo de salida. Entre discusión y discusión, Alfredo tomaba fotografías y en mi caso, me fue imposible quitar la mirada del ocular de la cámara de video.

Sin darnos cuenta habíamos estado aproximadamente dos horas haciendo tomas y diseñando la vela, el calor nos dejo agotados y lo más curioso: callados. necesitábamos comer, nuestro día había comenzado a las 4.30 de la mañana y una buena jarra de agua ya era justa y necesaria. Al terminar en el taller, tomamos la carretera con rumbo a Villahermosa, todos contentos y satisfechos por las decisiones.
No habían pasado más de 10 minutos de carretera cuando por recomendación de Elias, (Sectur Tabsco) que se detuvo y con seguridad dijo: ... tenemos que comer aquí, en "el Buen Peje". Hay nanita, que comida tan buena. Aguas de sabor, quesadillas de pescado, plátans con crema y queso, pero en especial, un enorme y suculento pejelagarto cocinado con experiencia que bueno... lo fuimos recordando el resto del viaje. Al terminar emprendimos el camino a Tenosique, ya nos esperaban. El día fue largo, pero todo, por fortuna comenzó en tierra, pero con el "remo derecho".
Se ver rebueno, dónde se encuentra ese lugar de suculentos manjares, saludos
ResponderEliminarQue padre todo lo q vivieron y afortunados, felicidades. Y CON SU GUIA LO TENGO QUE HACER, GRACIAS
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